Viernes, 31 octubre 2025

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Entre otros productos, la nueva norma afectará a muchos cosméticos que incorporan microplásticos exfoliantes.

REGULACIONES Y FISCALIDAD

Hay exenciones y periodos de adaptación

La CE adopta nuevas restricciones al uso de microplásticos

Jorge Rodríguez

2 de octubre de 2023

La Comisión Europea ha adoptado nuevas medidas destinadas a limitar la incorporación intencionada de microplásticos en productos sujetos al reglamento REACH sobre sustancias químicas, con el objetivo de reducir su liberación al medio ambiente en alrededor de medio millón de toneladas.

Las primeras medidas empezarán a aplicarse el 15 de octubre

Con este objetivo, se prohibirá la venta de microplásticos y de productos que los contengan tras haber sido añadidos intencionadamente. Esta nueva regulación prevé algunas exenciones y periodos transitorios de adaptación para determinados productos. Las primeras medidas empezarán a aplicarse el 15 de octubre, cuando la restricción entre en vigor. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la prohibición de venta se aplicará después de un periodo de transición más largo, para dar tiempo a las partes interesadas a adaptarse a las nuevas reglas e identificar alternativas.

Por ejemplo, la prohibición de venta se aplica inmediatamente a los cosméticos que contienen microperlas (pequeñas perlas de plástico utilizadas para la exfoliación), ya que su uso ya está siendo eliminado. También se aplica inmediatamente sobre la denominada purpurina de plástico. Sin embargo, se aplicará después de 4 a 12 años para otros cosméticos, dependiendo de la complejidad del producto, la necesidad de reformulación y la disponibilidad de alternativas adecuadas.

La restricción engloba todas las partículas de polímeros sintéticos con un diámetro inferior a cinco milímetros.

La restricción adoptada se basa en una definición de microplástico que engloba todas las partículas de polímeros sintéticos con un diámetro inferior a cinco milímetros, orgánicos, insolubles y resistentes a la degradación. Esta definición incluye el material granulado de relleno, utilizado para superficies deportivas artificiales (césped sintético), cosmética, donde se utilicen microplásticos para favorecer la exfoliación o para obtener una consistencia, fragancia o color específicos; así como detergentes, suavizantes, purpurinas, fertilizantes, productos fitosanitarios, juguetes y dispositivos médicos. En el caso del material de relleno de canchas deportivas, la prohibición se aplicará después de 8 años para dar a los propietarios y administradores de las canchas tiempo para cambiar a alternativas y permitir que la mayoría de las canchas deportivas existentes lleguen al final de su vida útil.

Se exceptúan de la prohibición de venta los siguientes productos:

  • Productos que contienen microplásticos pero no los liberan o se puede minimizar su liberación, por ejemplo, materiales de construcción.   
  • Productos utilizados en sitios industriales   
  • Productos ya regulados por otra legislación de la UE, por ejemplo, medicamentos, alimentos y piensos.

Los costes estimados para las partes interesadas serán de 19.000 millones de euros en los próximos 20 años

Todos estos productos podrán seguir vendiéndose, pero sus fabricantes tendrán que informar a la ECHA cada año de las emisiones estimadas de microplásticos de esos productos. También deberán proporcionar instrucciones sobre cómo utilizar y eliminar el producto para evitar emisiones de microplásticos. Aquellos productos en los que los microplásticos no se han añadido intencionadamente pero están presentes de forma involuntaria, por ejemplo, lodos o compost, no están dentro del alcance de la restricción. 

Para abordar la contaminación por microplásticos y al mismo tiempo prevenir el riesgo de fragmentación en el mercado único, la Comisión solicitó a la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) que evaluara el riesgo que plantean los microplásticos añadidos intencionalmente a los productos y si era necesaria una mayor acción regulatoria a nivel de la UE. La ECHA concluyó que los microplásticos añadidos intencionadamente a determinados productos se liberan al medio ambiente de forma incontrolada y recomendó restringirlos. Los comités científicos de la ECHA analizaron la restricción sugerida por la ECHA de los microplásticos añadidos intencionalmente y la apoyaron, con algunas recomendaciones a la Comisión. La restricción adoptada por la Comisión se basa en la evidencia y recomendaciones de la ECHA y sus comités científicos.

En los productos exentos, sus fabricantes tendrán que informar cada año de las emisiones estimadas de microplásticos.

Se estima que los costes que tendrán estas restricciones para todas las partes interesadas, la industria, los clubes deportivos y los municipios, ascenderán a 19.000 millones de euros en los próximos 20 años. El comité de Análisis Socioeconómico de la ECHA concluyó que los costes socioeconómicos previstos de esta restricción son proporcionales a los beneficios medioambientales en términos de emisiones evitadas de microplásticos al medio ambiente.

Según un reciente estudio de la Universidad de Waseda (Japón), los microplásticos están también presentes en las nubes y podrían "contaminar todo lo que bebemos y comemos". Los investigadores hallaron varios tipos de polímeros y caucho en el agua de las nubes que rodean el monte Fuji, la montaña más grande de Japón, y el monte Ōyama. Encontraron nueve tipos diferentes de polímeros y un tipo de caucho en los microplásticos transportados por el aire. Las nubes contenían hasta 14 trozos de plástico por litro de agua y su tamaño oscilaba entre 7 y 95 micrómetros, algo más que la anchura media de un cabello humano (80 micrómetros). "Hasta donde sabemos, este estudio es el primero en detectar microplásticos suspendidos en el aire en el agua de las nubes, tanto en la troposfera libre como en la capa límite atmosférica", han manifestado los científicos.

Según un reciente estudio, hay microplásticos en las nubes que "podrían estar contaminando todo lo que bebemos y comemos".

Aunque ningún estudio ha determinado todavía los peligros concretos que podrían suponer estos microplásticos para la salud humana, son varias las investigaciones que han demostrado su liberación en los entornos naturales y su presencia en el cuerpo humano (pulmones, sangre e incluso la placenta). Algunos microplásticos y nanoplásticos son capaces de viajar más de 2.000 kilómetros por el aire. Así lo demostró un estudio que cifra en 43 billones de partículas la cantidad de nanoplásticos que caen en Suiza cada año desde la atmósfera. La investigación realizada por el Laboratorio de Ciencia de Materiales de Suiza, la Universidad de Utrecht y el Instituto Central de Meteorología y Geofísica de Austria ha estimado que, cada año, 3.000 Tms. de nanoplásticos cubren Suiza, desde los Alpes hasta zonas urbanas.