El micelio es una red de filamentos, conocidos como hifas, que forman la estructura principal de los hongos.
MOVILIDAD Y AUTOMOCIÓN Proyecto pionero en automociónANTOLÍN investiga cómo obtener con hongos nuevos materiales para componentes de automóvilJorge Rodríguez 20 de noviembre de 2023 |
GRUPO ANTOLÍN está utilizando una estructura de hongos llamada micelio para desarrollar un proyecto a través del cual aspira a obtener nuevos materiales con los que fabricar componentes para automóvil. Durante el proceso de obtención de estos nuevos materiales, el micelio se une con residuos vegetales para desarrollar un material estructural que pueda servir para fabricar elementos del habitáculo de los vehículos como molduras, asideros, viseras, apliques, remates, tapas o tiradores.
En los últimos años, el micelio ha despertado un gran interés en el campo de la sostenibilidad y la economía circular
“Este proyecto también muestra cómo avanzar en la investigación de materiales y nuevos procesos para la automoción, de mínimo impacto en la huella de carbono, a través del uso de productos 100% biodegradables al final de su vida útil, frente a productos no biodegradables que pueden acabar en océanos y ríos. Además, permite dar una segunda vida a los residuos de origen natural con aplicación en el entorno industrial”, ha explicado GRUPO ANTOLÍN.
El micelio es una red de filamentos, conocidos como hifas, que forman la estructura principal de los hongos. Esta estructura en forma de red permite a los hongos absorber nutrientes de su entorno, desempeñando un papel vital en la descomposición del material vegetal en los ecosistemas terrestres y acuáticos.
El material podría servir para fabricar elementos del habitáculo de los vehículos como molduras, asideros, viseras, apliques, remates, tapas o tiradores.
En los últimos años, el micelio ha despertado un gran interés en el campo de la sostenibilidad y la economía circular. Varias investigaciones han descubierto que el micelio puede ser utilizado para fabricar materiales que tienen el potencial de reemplazar al plástico. Entre las características que convierten al micelio en un candidato ideal para este propósito se encuentran su biodegradabilidad y que puede ser cultivado de manera sostenible utilizando residuos vegetales, lo que reduce la necesidad de recursos naturales no renovables.
Permite dar una segunda vida a los residuos de origen natural con aplicación en el entorno industrial
Varios proyectos han demostrado el potencial del micelio en la fabricación de materiales sostenibles. Por ejemplo, la empresa Ecovative Design ha desarrollado un material de embalaje a base de micelio que puede ser utilizado en lugar de poliestireno. Otro proyecto, llevado a cabo por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha demostrado que el micelio puede ser utilizado para fabricar bloques de construcción resistentes y sostenibles.
Aun así, todavía deben superarse algunas limitaciones que presentan los materiales que se están desarrollando gracias al micelio. Aunque la biodegradabilidad es una ventaja desde el punto de vista medioambiental, también puede ser una limitación para ciertas aplicaciones. Los productos de micelio pueden comenzar a descomponerse cuando aún están en uso, especialmente en condiciones húmedas, por lo que carecería de la resistencia al agua que sí tienen los productos de plástico, lo que puede limitar su uso en ciertas aplicaciones.
Varias investigaciones han descubierto que el micelio puede ser utilizado para fabricar materiales que tienen el potencial de reemplazar al plástico.
El micelio también presenta limitaciones desde el punto de vista de la durabilidad de los materiales que con él se están desarrollando. Los productos de plástico suelen ser más duraderos que los productos de micelio. Esto puede hacer que los productos de micelio no sean adecuados para aplicaciones que requieran una alta durabilidad.
Por último, los costes de producción de estos innovadores materiales implican todavía un desafío, pues siguen siendo más caros de fabricar que los plásticos tradicionales. La producción de productos de micelio a gran escala todavía está en desarrollo.
GRUPO ANTOLÍN quiere con esta investigación “ofrecer a sus clientes propuestas de alto impacto innovador ayudándoles a introducir en sus futuros programas de vehículos materiales, estructuras y procesos totalmente sostenibles con los que contribuir al cumplimiento de los objetivos de descarbonización en toda la cadena de valor del automóvil”.
GRUPO ANTOLÍN quiere incorporar el 40% de material plástico sostenible en 2040 en los productos suministrados a sus clientes y alcanzar el 25% en 2030.
En el marco de esta estrategia, la empresa burgalesa ya ha conseguido fabricar el primer sustrato de techo de poliuretano producido con un proceso de conformado en caliente que incluye materiales fabricados a partir de residuos urbanos, residuos plásticos posconsumo y neumáticos al final de su vida útil. Además, mantiene un acuerdo con TEXTIL SANTANDERINA a través del cual pretende poner en el mercado interiores de vehículos que incorporen plástico marino reciclado. Los nuevos materiales tendrán propiedades físicas casi idénticas a las del plástico virgen.
GRUPO ANTOLÍN mantiene el compromiso de incorporar el 40% de material plástico sostenible en 2040 en los productos suministrados a sus clientes y alcanzar el 25% en 2030. “ANTOLÍN ve en la innovación y la sostenibilidad dos aliados para liderar la transformación de la movilidad desde el interior del vehículo en colaboración con el resto de los grupos de interés. Todo como parte del nuevo ecosistema económico y social que busca contribuir a la consecución de la Agenda 2030 y las metas asociadas”, ha dicho la compañía.