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El método identifica los microplásticos en muestras de agua mediante un marcador fluorescente diseñado específicamente para teñir estas partículas.

INVESTIGACIÓN, DESARROLLO E INNOVACIÓN

Se necesita un protocolo estandarizado

VEOLIA prueba una tecnología para la detección de microplásticos en el agua

Jorge Rodríguez

28 de octubre de 2024

Simplicidad, rapidez y rentabilidad. Así describe VEOLIA la tecnología de detección de microplásticos que probará en su planta de reciclaje de PET en Frauenfeld (Suiza). Mediante el uso de microscopía de fluorescencia, este método desarrollado por la organización sin ánimo de lucro Wasser 3.0. permite la tinción selectiva y la medición eficiente de microplásticos en muestras de agua y aguas residuales, contribuyendo significativamente a registrar y evaluar con mayor precisión la contaminación por microplásticos en masas de agua.

El método permite la tinción selectiva y la medición eficiente de microplásticos en muestras de agua

VEOLIA pretende monitorear los componentes de las aguas residuales y reducir la presencia de microplásticos en su planta de reciclaje, enfrentando así uno de los desafíos medioambientales más acuciantes de la actualidad. El método identifica los microplásticos en muestras de agua mediante un marcador fluorescente diseñado específicamente para teñir estas partículas. Bajo el microscopio, los microplásticos brillan de manera intensa, lo que facilita su identificación y cuantificación en el agua. El proceso no sólo permite una detección más rápida que los métodos convencionales, también asegura un análisis preciso, esencial para obtener datos fiables sobre la contaminación por microplásticos en diversas masas de agua.

La necesidad de un protocolo estandarizado es uno de los temas recurrentes en la discusión sobre la tecnología de detección de microplásticos.

Las muestras se recogen mediante filtros o tamices que atrapan las partículas presentes en el agua. El tamaño de la malla puede variar en función del método y este aspecto es crucial para garantizar que se capturen los microplásticos de diferentes tamaños. Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta este proceso es la falta de homogeneidad en las muestras de agua, lo que puede llevar a resultados imprecisos si no se sigue un protocolo estandarizado. Precisamente la necesidad de un protocolo estandarizado es uno de los temas recurrentes en la discusión sobre la tecnología de detección de microplásticos.

La falta de un estándar común de detección dificulta la comparabilidad de los resultados obtenidos en distintos estudios

A lo largo de los años, se han desarrollado diferentes métodos para identificar y cuantificar este tipo de residuos, pero la falta de un estándar común ha dificultado la comparabilidad de los resultados obtenidos en distintos estudios. El desarrollo de una metodología estandarizada permitiría realizar análisis comparativos significativos y generar datos más consistentes sobre la contaminación por microplásticos. En este contexto, Wasser 3.0 está trabajando activamente en la creación de un protocolo que no sólo optimice el proceso de muestreo y análisis, sino que también permita la implementación de esta tecnología a nivel global.

El proceso no sólo permite una detección más rápida que los métodos convencionales, también asegura un análisis preciso.

Las muestras se preparan después para reducir la cantidad de partículas naturales presentes en el agua, que podrían interferir con la detección de los microplásticos. La eliminación de estas partículas se realiza mediante la adición de peróxido de hidrógeno, que descompone los materiales orgánicos sin afectar a los microplásticos. El tratamiento asegura además que las muestras estén libres de interferencias naturales, permitiendo una detección más clara y precisa. A continuación, se tiñen con el marcador fluorescente y se filtran a través de una membrana negra que facilita la visualización de los microplásticos en el microscopio.

VEOLIA también está considerando la implementación de esta tecnología en plantas municipales de tratamiento de aguas residuales

Una de las principales ventajas de esta tecnología frente a los métodos convencionales es su rentabilidad. Los equipos necesarios para llevar a cabo los análisis son relativamente asequibles y no requieren una infraestructura compleja. Incluso un microscopio óptico básico se puede adaptar para realizar análisis de fluorescencia con modificaciones simples, como la incorporación de una linterna LED azul y filtros específicos para la excitación y emisión de luz fluorescente.

Una de las principales ventajas de esta tecnología frente a los métodos convencionales es su rentabilidad.

Entre los desafíos que espera superar VEOLIA en sus pruebas se encuentra la distribución demasiado heterogénea de los microplásticos en las muestras de agua, lo que puede generar resultados inconsistentes. Las partículas de microplásticos no siempre se distribuyen de manera uniforme, lo que complica la obtención de datos precisos. Otro desafío importante es la estandarización de los procedimientos a lo largo de todo el proceso, desde el muestreo hasta la detección de microplásticos. Las diferencias en los equipos utilizados, como el tipo de microscopio o los parámetros de brillo en el análisis de fluorescencia, pueden influir significativamente en los resultados. Además, la introducción de modelos de evaluación respaldados por inteligencia artificial podría facilitar la gestión de datos y mejorar la precisión de los resultados.

VEOLIA también está considerando la implementación de esta tecnología en plantas municipales de tratamiento de aguas residuales, donde el monitoreo continuo de los microplásticos es crucial para controlar su presencia en el agua. Actualmente, muchas de estas plantas sólo realizan mediciones dos veces al año, lo que es insuficiente para obtener una visión completa de la contaminación por microplásticos.

Otro aspecto destacado de esta tecnología es su capacidad para generar transparencia y compartir conocimientos sobre la contaminación por microplásticos. Wasser 3.0 ha desarrollado una aplicación, Agua 3.0, que permite a los usuarios participar activamente en el mapeo global de la contaminación por microplásticos. A través de esta plataforma, los usuarios pueden acceder a información sobre los puntos críticos de contaminación, colaborar en proyectos de investigación y contribuir a la creación de un mapa interactivo que muestra los niveles de contaminación por microplásticos en diferentes regiones. Esta iniciativa no sólo fomenta la concienciación sobre el problema de los microplásticos, sino que también involucra a la comunidad global en la búsqueda de soluciones.

“Nuestro objetivo no es sólo contribuir al reciclaje de PET a través de nuestros procesos de reciclaje, sino también mejorar continuamente nuestro propio equilibrio medioambiental”, ha manifestado Jan Ostendarp, director de proyectos de VEOLIA en Alemania.