Recolectar más material y optimizar el uso de la tecnología de clasificación existente será muy importante para alcanzar los objetivos de tasas de reciclaje de la PPWR.
EQUIPOS Y MAQUINARIA
Jorge Rodríguez
29 de julio de 2024
Las tecnologías de clasificación avanzadas, como el reconocimiento de objetos (OR) y los marcadores digitales, pueden contribuir a la circularidad y trazabilidad del reciclaje de envases de plástico en Europa. Así lo ha constatado una nueva investigación realizada por la consultora Eunomia Research en la que se ha revelado que este tipo de tecnologías pueden ser especialmente útiles para aumentar las tasas de reciclaje de los envases rígidos de HDPE y PP en contacto con alimentos.
Los envases rígidos de HDPE y PP presentan un conjunto de problemas para las tecnologías de clasificación
El informe Clasificación avanzada para la circularidad recoge los resultados de un estudio encargado por AMCOR, TOMRA y PEPSICO en el que se ha evaluado la idoneidad actual de las tecnologías de clasificación existentes para una amplia gama de envases en función de su formato y tipo de polímero. La investigación ha identificado un conjunto específico de envases “problemáticos” que las tecnologías actuales no pueden clasificar con la eficiencia suficiente para lograr la circularidad.
Se han examinado tres nuevas tecnologías de clasificación basadas en sensores y marcadores: reconocimiento de objetos (OR), marcadores químicos y marcas de agua digitales.
La investigación ha identificado un conjunto específico de envases “problemáticos” que las tecnologías actuales no pueden clasificar con la eficiencia suficiente para lograr la circularidad.
En lo que respecta a la circularidad, la investigación ha demostrado que la tecnología existente permite una clasificación adecuada para lograr la circularidad en la mayoría de las aplicaciones de plástico rígido. La recogida selectiva avanzada no incrementaría significativamente el volumen de envases de plástico posconsumo que llega a los procesos de reciclaje y, por lo tanto, no contribuirá a aumentar las tasas generales de reciclaje. “Centrarse en recolectar más material y optimizar el uso de la tecnología de clasificación será mucho más importante para alcanzar los objetivos de tasas de reciclaje”, asegura el informe de resultados.
Sin embargo, hay un subconjunto pequeño, pero significativo, de envases para los que la recogida selectiva a través de contenedores específicos sí ayudará a alcanzar las tasas de contenido reciclado que ha establecido la PPWR. Se trata de los envases rígidos de HDPE y PP en contacto con alimentos. Representan el 11% del total de envases plásticos rígidos comercializados en Europa. El informe los cataloga como envases que presentan un “conjunto de problemas” en los que “la tecnología existente no es suficiente, ni se espera que sea suficiente en un plazo de tiempo razonable, para garantizar la circularidad”.
Las tecnologías de marcado son mejores para la circularidad de los envases de HDPE
Para los demás envases plásticos analizados, en términos de rendimiento del material recuperado, las tecnologías muestran una efectividad similar entre sí, sin una superioridad significativa en la eficiencia de clasificación de unos tipos de packaging sobre otros.
En lo relativo a los costes y rentabilidad que presentan las tecnologías de clasificación para cada tipo de envase, también hay diferencias. Los envases de HDPE son, en promedio, más pesados. Esto significa que una tonelada de material clasificado tiene menos productos o etiquetas asociadas y, por lo tanto, suponen un menor coste al gestionarse con las tecnologías de marcado. Por el contrario, los envases de PP suelen ser más ligeros y con más etiquetas por tonelada de material, lo que significa que los costes de marcado aumentan. En este último caso, será las tecnologías de OR las que reducirán los costes operativos y alcanzarán un mayor rendimiento del material objetivo.
No hay datos disponibles para examinar de manera efectiva el rendimiento y los costes de estas tecnologías en toda la gama de materiales de embalaje flexibles.
La situación con los envases de plástico flexible se ha revelado más compleja. Los envases en contacto con alimentos representan una proporción significativa del packaging flexible. Si los procesos de reciclaje mecánico van a producir contenido reciclado que va a servir para envases alimentarios, serían necesarios mayores avances en la clasificación, con tecnologías que mejoren a las existentes.
Además, debido a la amplia gama de especificaciones de las resinas utilizadas en los envases procedentes de los hogares, es necesaria una clasificación que contribuya a aumentar la presencia de grados de monomaterial reciclado. Y para este último objetivo, también hay desafíos que las tecnologías actuales deben superar.
El reconocimiento de objetos es mejor para la circularidad de los envases de PP
Sigue siendo incierto hasta qué punto las tecnologías examinadas en este estudio serán capaces de producir materiales adecuados para el reciclaje mecánico sensible al contacto con alimentos, y obtener resinas con las especificaciones adecuadas. También sigue habiendo incertidumbre sobre la distribución del material sensible al contacto en la composición de los envases recolectados y sobre qué tasa de clasificación se necesitaría alcanzar para lograr las especificaciones de resina reciclada adecuadas para obtener un material reciclado apto para el contacto alimentario.
“No hay datos disponibles para examinar de manera efectiva el rendimiento y los costes de estas tecnologías en toda la gama de materiales de embalaje flexibles”, concluye el estudio, que reconoce que “aún no se ha demostrado que los marcadores digitales y el OR sean una solución para toda la gama de materiales de embalaje flexibles en un entorno del mundo real”. Desde una perspectiva teórica, el informe señala que el OR podría ser “relativamente eficaz en la identificación de envases flexibles específicos, lo que la convierte en una solución más rentable”, pero insiste más adelante en que, dada la incertidumbre existente, “no sería razonable hacer una proyección de rendimiento y costes” para este tipo de materiales.
Se han examinado tres nuevas tecnologías de clasificación basadas en sensores y marcadores: reconocimiento de objetos (OR), marcadores químicos y marcas de agua digitales.
La investigación aborda también la cuestión de la trazabilidad. “Se ha demostrado que ninguna de las tecnologías avanzadas analizadas logra un alto nivel de trazabilidad en todos los formatos de envases de plástico posconsumo”, concluye el informe. Sin embargo, de las tres tecnologías examinadas, “parece probable que la marca de agua ofrezca la solución de seguimiento más idónea”. Por otro lado, los responsables del estudio recuerdan que lograr un grado razonable de trazabilidad generará costes sustancialmente mayores. “La pregunta clave sin respuesta es si los productores europeos estarían dispuestos a pagar por mejores datos y una eficiencia potencialmente mayor de los sistemas EPR”, se cuestiona el informe.
Los plazos de implementación de las diversas tecnologías avanzadas difieren significativamente. Cualquier convención de marcado significaría una adopción generalizada, como mínimo, a nivel del mercado nacional y, posiblemente, a nivel de la UE. También podría adoptarse planta por planta, según lo requiera la demanda. Por lo tanto, “los beneficios de la OR podrían experimentarse en un plazo mucho más rápido del que sería probable para la adopción masiva de la tecnología de marcadores”.
Como conclusión final, el informe señala que “parece probable que las tecnologías de OR pueden ofrecer una solución más rentable para la circularidad. Tanto la industria del plástico como los formuladores de políticas deberían considerar si la carga de costes adicionales que conllevaría el uso de marcadores ofrece beneficios en un mercado masivo”.