La caprolactama es un compuesto orgánico que se utiliza principalmente como precursor en la producción de poliamidas muy utilizadas en la industria textil y en la fabricación de plásticos de ingeniería. Debido a sus propiedades, se utiliza en la producción piezas de automóviles, películas de embalaje, cepillos, cuerdas y en la industria de la electrónica.

Las materias primas para la producción de caprolactama bioatribuida incluyen una variedad de compuestos orgánicos derivados de la biomasa. Entre ellos se encuentran los ácidos adípico, glucárico, glutámico, levulínico, succínico, mucónico, 2,5-furandicarboxílico, 6-aminocapróico, adiponitrilo, lisina, 1,3-butadieno, 1,4-butanodiol, hidroximetilfurfural, semialdehído adípico, benceno, fenol y etanol. Estos compuestos pueden obtenerse a través de procesos biotecnológicos o de la transformación de residuos industriales y agrícolas.

UBE dice haber “alcanzado una calidad líder a nivel mundial” y estar en condiciones de “asegurar un suministro estable basado en sus años de experiencia y las tecnologías desarrolladas desde que comenzó a fabricar caprolactama en 1956 en Japón”. Según detalla la empresa, su caprolactama sostenible se produce a partir de tres materias primas diferentes: biobasadas (derivadas de fuentes biológicas), circulares (materiales reciclados o recuperados) y bio-circulares (una combinación de las dos anteriores). Esta diversidad en las fuentes de materia prima permite “una mayor flexibilidad y adaptabilidad en la producción”, contribuyendo a la viabilidad técnica y económica del proceso. Además, la tecnología empleada ha demostrado tener una “alta selectividad y capacidad de recuperación de biometano”, lo que implica un menor consumo de energía y una optimización de la cantidad de membranas utilizadas.

UBE dice haber alcanzado una "calidad líder a nivel mundial” y estar en condiciones de “asegurar un suministro estable".

Para asegurar un suministro estable, UBE invirtió en la ampliación de sus instalaciones de producción y en la mejora de sus cadenas de suministro. La empresa también estableció protocolos para gestionar los riesgos asociados con la fluctuación de los precios de las materias primas y la disponibilidad. La cartera de productos UBE-Infinity, en la que acaba de incorporarse la caprolactama sostenible producida en Castellón, está actualmente compuesta por:

Caprolactama sostenible: Certificada por ISCC PLUS, producida a partir de recursos sostenibles no fósiles.   

Nylon biobasado: Producido a partir de materiales biobasados.   

Nylon reciclado mecánicamente: Obtenido a partir de nylon posconsumo, posindustrial y otros compuestos.   

Nylon reciclable: Masterbatch compatibilizantes basado en nylon para reciclaje mecánico.   

Compuestos biobasados: Compuestos BIO derivados de madera que ofrecen alternativas a los plásticos de origen fósil para ayudar a reducir las emisiones de CO2.

La caprolactama sostenible forma parte de UBE-Infinity, una gama de productos con huella de carbono reducida.

La producción de caprolactama bioatribuida representa un avance significativo hacia la sostenibilidad en la industria química, ya que busca reemplazar las materias primas fósiles por otras procedentes de fuentes renovables. Por lo tanto, implica el uso de biomasa o materiales reciclados como punto de partida para la síntesis. Este proceso se alinea con los principios de la economía circular y la bioeconomía, donde se prioriza el uso de recursos renovables y se minimiza la dependencia de los combustibles fósiles.

Varias empresas a nivel mundial están invirtiendo en la producción de caprolactama bioatribuida. Entre ellas, destacan gigantes de la industria como BASF y SUMITOMO CHEMICAL, o firmas como TORAY INDUSTRIES y LUXI GROUP.