 
Los sectores del packaging y los productos de consumo serán los más afectados, con una pérdida de demanda proyectada del 40% y 30%, respectivamente.
COYUNTURA
Jorge Rodríguez
10 de septiembre de 2024
La demanda mundial de plástico podría reducirse en un 30% si el planeta cumple con objetivos del Acuerdo de París para el año 2050, alcanzando la neutralidad en carbono. Así lo pronostica la consultora WOOD MACKENZIE en un reciente informe. Los sectores del packaging y los productos de consumo serán los más afectados, con una pérdida de demanda proyectada del 40% y 30%, respectivamente.
El reciclaje podría reducir la demanda de plástico virgen en 270 millones de Tms. para 2050
El informe Chemicals AET 1.5C Scenario analiza el impacto que tendrá la transición energética sobre la demanda global de productos químicos, en particular sobre los polímeros; en un escenario en el que la temperatura global ascienda 1.5 °C. El estudio toma como referencia los esfuerzos globales por limitar el calentamiento global y alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2050, en línea con los objetivos del Acuerdo de París.
Uno de los puntos clave que se abordan en el documento es la presentación de tres posibles escenarios: 
Escenario base: Se proyecta un calentamiento global de 2.5 °C. Este escenario supone una evolución de las actuales políticas y un avance acelerado de las tecnologías emergentes para el aprovechamiento de recursos.
Escenario de compromisos: Busca mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C y está alineado con los compromisos de neutralidad de carbono para 2060.
Escenario de neutralidad de carbono para 2050: Este escenario se conoce también como AET 1.5C °C y es el más ambicioso, ya que busca limitar el calentamiento a 1.5 °C. Para lograrlo, se necesitaría una rápida adopción de tecnologías como el hidrógeno, la eliminación de carbono y un cambio en los patrones de consumo. 
 
La producción de polímeros vírgenes podría disminuir un 35%.
En el escenario AET 1.5C, la demanda de polímeros sufriría un cambio drástico. Se prevé que la demanda total de polímeros se reduciría en un 30% para el año 2050, en comparación con el escenario base. Esta disminución estaría impulsada por una combinación de factores, como la eliminación de ciertos productos plásticos, la minimización del embalaje y la sustitución de los plásticos por alternativas más sostenibles. Además, la producción de polímeros vírgenes, es decir, aquellos que no han sido reciclados previamente, disminuiría en un 35%. El informe señala que esta reducción no es fruto de un solo hecho, sino que confluirían varios elementos complementarios entre sí.
Europa la más afectada; la demanda de plásticos disminuirá en un 65% para el año 2050
Uno de los factores más relevantes para esta reducción es la eliminación de ciertos productos plásticos, como los plásticos de un solo uso. El informe recuerda que ya existen 27 países que han implementado algún tipo de prohibición sobre estos productos.
Otro factor es la minimización del embalaje, algo que ya ha comenzado a implementarse en la Unión Europea mediante directivas como la PPWR (Packaging and Packaging Waste Regulation), que busca reducir el exceso de embalaje en los productos. En un escenario acelerado como el que plantea el informe, esta tendencia se vería intensificada. 
Los autores del estudio no sólo hablan eliminar o reducir el uso de plásticos. También se plantea la posibilidad de sustituir los plásticos por alternativas circulares y sostenibles, lo que implicaría un rediseño de los productos para hacerlos más duraderos y reciclables. Esto generaría un cambio importante, sobre todo en sectores donde actualmente se utilizan plásticos multicapa o flexibles, que son difíciles de reciclar. Además, WOOD MACKENZIE plantea que los productos reutilizables y las soluciones de rellenado tendrán un papel crucial en la reducción del consumo de plásticos de un solo uso. Un buen ejemplo de esto son las estaciones de rellenado de envases de productos que empresas como UNILEVER están implementando en varios puntos de venta, o los sistemas de recarga en casa como los de SodaStream.
 
El reciclaje mecánico es un factor crucial, pero será necesario mejorar las tecnologías de clasificación y gestión de residuos.
El reciclaje también ocupa un lugar central en este escenario de transición. El reciclaje mecánico, que es a día de hoy el más extendido, se presenta en el informe como un factor crucial, pero se señala que será necesario mejorar las tecnologías de clasificación y gestión de residuos para aumentar la eficiencia de este proceso. Por otro lado, el reciclaje químico se plantea como una opción complementaria y esencial, sobre todo para los plásticos que no pueden ser reciclados mediante métodos mecánicos. Este tipo de reciclaje, menos intensivo en emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la incineración, podría ser una solución clave para aquellos materiales difíciles de reciclar, como los envases flexibles. La tecnología aún está en sus primeras fases de desarrollo, pero WOOD MACKENZIE espera que escale rápidamente en los próximos años.
La demanda se reducirá por la eliminación de ciertos productos, la minimización del embalaje y la sustitución de los plásticos por alternativas más sostenibles
El informe destaca cómo todos estos elementos afectarán de manera desigual a los diferentes sectores y regiones del mundo. Los sectores del envasado y embalaje, y los productos de consumo, serán los más afectados, con una pérdida de demanda proyectada del 40% y 30%, respectivamente, en comparación con el escenario base. Esto se debe a que está siendo sectores pioneros a la hora de implementar medidas para reducir el uso de plásticos. En cuanto a las regiones, Europa será la más afectada debido a su compromiso con iniciativas de economía circular como el CEAP (Circular Economy Action Plan). De hecho, el informe estima que, en el citado escenario, la demanda de plásticos en Europa disminuirá en un 65% para el año 2050. 
 
Los envases reutilizables y las soluciones de rellenado tendrán un papel crucial en la reducción del consumo de plásticos de un solo uso.
El reciclaje, tanto mecánico como químico, desempeñará un papel fundamental para reducir la demanda de polímeros vírgenes. En el escenario AET 1.5C, el reciclaje podría reducir la demanda en 270 millones de toneladas para 2050. Esto, según el informe, solo será posible si se invierte en tecnologías avanzadas de clasificación y reciclaje. El reciclaje químico, en particular, será esencial para gestionar aquellos plásticos que actualmente no pueden ser reciclados de manera eficiente, contribuyendo a la transición hacia una economía circular.
En cuanto a la producción de poliolefinas, que incluye polímeros como el polietileno y el polipropileno, se espera una disminución considerable de la demanda en un escenario acelerado. Según el informe, en el escenario base, la demanda de polietileno aumentaría hasta los 220 millones de toneladas para 2050, y la de polipropileno a 170 millones de toneladas. Sin embargo, en el escenario AET 1.5C, la demanda de ambos materiales se reduciría en 42 y 44 millones de toneladas, respectivamente. 
La producción de etileno, materia prima clave en la fabricación de muchos plásticos, también se vería afectada. El documento proyecta que la producción de etileno disminuirá en un 35% para 2050, lo que implicará una reducción en la demanda de materias primas como el etano, el GLP y la nafta. Esta disminución tendrá un impacto significativo en los balances del mercado regional y global, especialmente en las regiones con mayor dependencia de estas materias primas.