Martes, 11 de abril de 2023 | Un nuevo informe del Banco Europeo de Inversiones (BEI) concluye que para conseguir los objetivos de contenido reciclado que marca Europa para 2025 debería aumentarse la inversión en una cifra de entre 6.700-8.600 millones de euros. Según la entidad, “esta inversión permitiría a la Unión Europea aumentar en hasta 4,2 millones de Tms. la capacidad anual de clasificación de residuos plásticos; agregar 3,8 millones de Tms. de capacidad anual de reciclaje y alcanzar en 2025 el objetivo de 10 millones de Tms. anuales de plástico reciclado y reutilizado en todo el continente”.

 

El BEI analiza en el informe Reduciendo la contaminación del plástico las “causas clave” del problema de la acumulación de residuos plásticos. En el documento, se identifican ineficiencias y puntos de mejora a lo largo de toda la cadena de valor de los plásticos que, según el BEI, dan como resultado continuas fugas al medio ambiente de todo tipo y tamaño de plásticos. “La falta de homogeneidad en los plásticos, reforzada por la preferencia de los propietarios de marcas por una variedad de formas, tamaños y colores, se suma a los desafíos del reciclaje y la clasificación”, dice la institución.

 

Tanto por volumen, como por impacto ambiental, los envases aparecen en el informe como los mayores contribuyentes al problema de los residuos plásticos. Debido a ello, es necesario “incentivar a los propietarios de marcas a tomar decisiones correctas sobre el diseño de los productos”. Además, deben adoptarse “medidas legislativas para hacer frente a los envases de plástico difíciles de reciclar: por ejemplo, la prohibición de ciertos envases de un solo uso; restricciones a los envases de plástico multicapa; restricciones a los envases de distintos materiales (como envases que combinan papel y plástico); restricciones a embalajes de multi-polímero; restricciones a los embalajes de PVC; una prohibición del PET opaco, actualizar las antiguas instalaciones de clasificación que no están equipadas para identificar correctamente los materiales; y medidas encaminadas a reducir el uso de demasiados colores o el colorante negro”.

 

El BEI urge también a incentivar y estimular el mercado de las materias primas recicladas para mejorar la competitividad del plástico con alto contenido reciclado. “Con el fin de superar la desventaja histórica del precio del plástico reciclado frente al plástico virgen, la política fiscal podría imponer sanciones financieras (impuestos, gravámenes) a los productores de materiales plásticos vírgenes o transformadores de envases plásticos complejos. En términos de incentivos positivos, los plásticos con alto contenido reciclado podrían tener una tasa impositiva más baja, ofreciendo así un precio más bajo a los convertidores y, en última instancia, al consumidor”, argumenta la entidad. Según el BEI, además de equilibrar definitivamente el mercado del plástico virgen frente al reciclado, esto también amortiguaría el atractivo efecto que la volatilidad en los precios de petróleo y del gas tiene sobre los precios de la resina virgen.

 

El informe insta a imponer cuotas de contenido reciclado en los productos plásticos, imponiendo un umbral porcentual mínimo de material reciclado en el suministro de materia prima. El BEI va más allá en sus recomendaciones y considera que estas cuotas deberían también establecerse en función del tipo de producto, tipo de plástico o dependiendo del lugar que ocupe la empresa en la cadena de valor. Es decir, imponer también un porcentaje mínimo de contenido reciclado o de base biológica a los procesadores de plástico y a los propietarios de marcas, una cuota de porcentaje de reciclaje mínimo a polímeros específicos e incluso obligar a productores y propietarios de marcas a establecer esquemas concretos y bien definidos de recolección, clasificación y reciclaje.

 

El BEI asume en el documento que, para alcanzar todos estos objetivos, serán necesarios “grandes préstamos y programas de inversión para productores de plásticos y propietarios de marcas en el sector privado”. Estos préstamos podrían ponerse a disposición de empresas corporativas y de mediana capitalización involucradas en la producción y conversión de plásticos con el objetivo explícito de mejorar la circularidad y sostenibilidad de estos materiales. El BEI se ofrece para canalizar la financiación hacia las soluciones más prometedoras e innovadoras que desarrollen los principales productores de plásticos. “Es vital continuar apoyando las actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) de aquellas empresas realmente enfocadas en conseguir una mayor circularidad para los plásticos y ayudar a que estas tecnologías se adopten en una escala industrial”, señalan.

 

Como un actor más de la cadena de valor, el consumidor debe participar en este desafío. Por ello, es necesario influir en la opinión pública y en la demanda de los consumidores, educando y concienciando a través de campañas contra el uso, y por tanto la producción, de productos plásticos de un solo uso (pajitas de plásticos, cubiertos, etc.) y la utilización de bolsas reutilizables. “Hay que proporcionar al consumidor una oferta de productos que reduzca la cantidad de artículos cotidianos fácilmente desechables que están contribuyendo desproporcionadamente a aumentar el problema”, explica el BEI.