Miércoles, 11 de enero de 2023 | VIROSPACK ha introducido en su catálogo una solución de envasado cuentagotas fabricada al 100% con material reciclado. “Todos los componentes de estos cuentagotas (tetina, tapa y pipeta) se fabrican con materiales reciclados. En su producción se reducen las emisiones de CO2 y también los residuos que se generan tras su uso. Son cuentagotas que se reciclan sin necesidad de desmontar ni de separar ninguna pieza”, ha destacado la empresa española.
La sostenibilidad, reciclabilidad y contenido reciclado de los envases es todo un desafío para el sector cosmético, cuyos productos necesitan un packaging seguro que conserve adecuadamente su calidad y propiedades. Además, el perfil del consumidor de muchos productos cosméticos suele coincidir con el de alguien preocupado por la sostenibilidad y cuidado del medioambiente. El sector del packaging de productos cosméticos se enfrenta por lo tanto al doble reto de satisfacer las exigencias del consumidor, al mismo tiempo que mantiene la calidad de sus productos.
“Uno de los mayores desafíos con el que nos hemos encontrado a la hora de desarrollar este cuentagotas 100% reciclable y reciclado ha sido el de mantener la calidad y acabados”, explica la empresa a Plasturgia Sostenible. “En VIROSPACK fabricamos siempre bajo pedido y en nuestras propias instalaciones para poder controlar así toda la cadena de producción, asegurar el alto nivel de calidad de nuestros productos y conseguir un acabado personalizado para cada marca. Al trabajar con materiales reciclados, no ha sido fácil al principio mantener esos niveles de calidad. Es fácil entender que un material reciclado no es igual que un material virgen. Por ello, no hemos lanzado estos cuentagotas reciclables y reciclados hasta que no hemos estado completamente seguros de que se mantiene el nivel de calidad”.
Recientemente, ha surgido la necesidad de establecer normas en el sector que regulen las formulaciones y la calidad del plástico reciclado posconsumo, sobre todo para el uso en productos cosméticos y de otro tipo como, por ejemplo, los productos de limpieza para el hogar. Los envases deben ser seguros para la salud de las personas y para el medio ambiente, y esto es especialmente importante en la industria cosmética, ya que estos productos suelen entrar en contacto con la piel y acaban desechándose por el desagüe. Ya existen normas de este tipo que regulan el plástico reciclado empleado en los envases de alimentos, pero no existen para el plástico reciclado que se podría utilizar en un bote de champú. Por todo ello, se ha creado
CosPaTox (siglas en inglés de cosméticos, envases y toxicología), un consorcio industrial creado en marzo de 2021. El grupo tiene como objetivo
desarrollar normas de seguridad para el plástico reciclado posconsumo de los envases de productos cosméticos y de limpieza.
Según nos confirman desde VIROSPACK, “el mercado está fuertemente comprometido con la sostenibilidad” y “ya no es una tendencia, sino una necesidad”. “No cabe duda que el mercado demanda productos cada vez más sostenibles. Los consumidores están cambiando sus hábitos de compra y sus rutinas de cuidado, apostando cada vez más por un consumo responsable. Por ello, estamos comprometidos con la innovación y el medioambiente. Hemos estado investigando en nuevos materiales reciclados y reciclables para poder ofrecer soluciones como esta, totalmente respetuosas con nuestro entorno, y acumulamos en nuestra unidad productiva un gran conocimiento ‘verde’, aplicando e integrando las 4 R’s en todas las secciones (reducir, reutilizar, reciclar y recuperar). Desarrollamos materiales sostenibles, tecnologías de producción más eficientes y también nuevos diseños enfocados hacia el reciclado”.
La compañía con sede en Barcelona es líder mundial en la fabricación de envases con cuentagotas para cosméticos de cuidado facial y corporal, tratamiento capilar y de uñas, maquillaje y otros productos de color fluidos. Diseña y fabrica envases de cosméticos de alta gama para marcas internacionales como ESTÉE LAUDER, LANCÔME, DIOR, GUERLAIN o VICHY, entre otras. Ante el reto de ser cada vez más sostenibles, la empresa incorporó el año pasado la tecnología IFS Cloud en sus procesos para optimizar su producción y trazabilidad de materiales, reforzando su compromiso medioambiental.