Jueves, 30 de marzo de 2023 | Más de 30 asociaciones que representan a distintos sectores que participan de la cadena de valor de los plásticos han pedido a la Comisión Europea y los Estados miembros la adopción de medidas que permitan armonizar los métodos de cálculo del contenido reciclado en los productos plásticos. Para conseguirlo, proponen establecer el enfoque de balance de masas como regla de cálculo.
“Para lograr la economía circular de los plásticos, el uso de materiales reciclados necesita un impulso”,
explica el comunicado. “Junto con las inversiones en cadenas de suministro y sistemas de producción neutros para el clima, se necesita un mayor apoyo para reducir la generación de residuos, fomentar la reutilización de plásticos y promover la expansión de los procesos de reciclaje mecánico, orgánico y químico”. Fabricantes, transformadores y usuarios de productos o envases de plástico de todos los sectores están interesados en aumentar significativamente el suministro y el uso de plásticos reciclados.
El reciclaje mecánico tiene beneficios en términos económicos y ambientales y debería seguir siendo la opción preferida para aumentar la disponibilidad de materia prima plástica reciclada. Sin embargo, las entidades firmantes del comunicado recuerdan que es necesario aumentar la inversión en todas aquellas tecnologías que permitan aumentar las tasas de reciclaje. “El reciclaje químico permite el aprovechamiento de residuos plásticos, especialmente materia prima no adecuada para el reciclaje mecánico, para producir nuevos productos químicos, incluidos nuevos plásticos. Como tal, puede generar material adicional de alta calidad para un gran número de aplicaciones, como ciertos tipos de envases sensibles al contacto (por ejemplo, productos farmacéuticos, alimentos, y cosméticos), dispositivos médicos, o ciertos componentes para la fabricación de automóviles”.
Por cuestiones relacionadas con la seguridad, el rendimiento o la legislación; muchas aplicaciones requieren plásticos de alta calidad. El reciclaje químico se presenta, por lo tanto, como una “necesidad urgente”, y el sector pide intensificar las inversiones en este tipo de tecnologías y adoptar reglas armonizadas que permitan establecer después el contenido reciclado de cada producto.
Las asociaciones firmantes piden a la Comisión Europea que “seleccione o desarrolle un método de cálculo y verificación armonizado en la UE para estipular cómo se asigna el contenido de insumos reciclados a los productos de salida”. Para conseguirlo, creen que Bruselas debería “adoptar un enfoque de balance de masas a lo largo de toda la cadena de custodia” de los materiales ya que “es un método transparente y auditable que permite rastrear una característica determinada del material a lo largo de toda la cadena de valor”, desde los proveedores hasta los consumidores. De hecho, recuerdan que este tipo de enfoque ya está muy aceptado en otros sectores como la producción forestal sostenible o el comercio justo de cacao y chocolate.
Además de ayudar a cumplir los objetivos de contenido reciclado fijados por la Comisión para 2030, la adopción de este sistema aportará seguridad jurídica a las empresas, que podrán integrar los procesos de reciclaje en sus instalaciones de manera eficiente, escalando así sus capacidades. Según creen, la adopción de estos ecosistemas de producción a gran escala evitará costes adicionales en términos económicos, energéticos y de huella de carbono ya que dejarán de proliferar las “instalaciones de producción segregadas”. “Frecuentemente, las materias primas recicladas se mezclan con materias primas vírgenes y los distintos tipos de materias primas no pueden separarse físicamente una vez que se coalimentan en instalaciones complejas a gran escala. Por lo tanto, recomendamos una cadena de custodia de balance de masa para alcanzar el éxito en la promoción y comercialización del contenido reciclado” en los productos plásticos.
Por otro lado, el documento señala que el sector necesita la adopción del enfoque de balance de masas para disponer de “tiempo suficiente para planificar, financiar, obtener permisos y construir unidades de reciclaje adicionales e infraestructuras complementarias”. Cada una de estas etapas puede conllevar años a las empresas, por lo que el balance de masas facilitará la reducción del uso de los combustibles fósiles y constituirá un sistema productivo robusto y viable. En este contexto, la verificación y certificación por terceros del método de cálculo aumentará la credibilidad a lo largo de toda la cadena de valor y contará con la confianza y compromiso de los consumidores. También recuerdan que debe haber claridad y coherencia entre las reglas adoptadas y otras leyes que abordan el contenido reciclado en plásticos y materiales químicos no plásticos. “Esto impulsará la economía circular, fortalecerá la autonomía estratégica de la UE en lo que se refiere al mercado de materias primas y contribuirá al cumplimiento de los objetivos climáticos”, dicen.
Por el contrario, grupos ambientalistas y otras organizaciones de la sociedad civil
consideran que el balance de masas “podría permitir la asignación libre de materia prima reciclada al producto final que ellos elijan, independientemente de su verdadero contenido”. En la práctica, esto significa que “según el enfoque de balance de masas, un producto de plástico podría venderse como ‘totalmente reciclado’ y contener sólo fracciones muy pequeñas de contenido reciclado real”.